¿Qué es el mundo después de todo? una colección de recuerdos;
en lo real no hay nada que atrapar ni nada que olvidar; todo se conoce, nada se
recuerda. Para destruir lo falso debemos cuestionar las ideas y creencias que tengamos
más pegadas. De todas ellas, la idea de que uno es este instrumento cuerpo-mente-emoción
es la más complicada, prácticamente nos identificamos totalmente con este
vehículo. Con el cuerpo viene el mundo, con el mundo viene todo el juego de
creencias e ideas que nos han inculcado, que se supone que han formado el
entorno, con ello aparece el temor, las ideologías, las creencias, las promesas
y toda estructura que asusta nuestra vida. Hay que considerar que la búsqueda
de valores como la rectitud contribuye a formar un mundo más confortable,
incluso feliz.
Pero nada dura permanentemente. Solo librándose o entendiendo
el mundo como se concibe actualmente, puede hacer algo por él. Mientras uno es
un prisionero de este sistema, es impotente para cambiarlo, si uno tiene a su
sí mismo siempre en su corazón y recuerda sus instrucciones uno puede morar en
lo verdadero, y a veces es necesario recibir mensajes de otros que están libres
y no en cautiverio, de pronto se asoma ante su conciencia el amanecer de la
sabiduría. Hay muchos autores que han escrito que el destino es el destino; que
lo que está escrito, está escrito; que el hombre no puede evitar su destino;
etc. Si fuera cierto que el destino de una persona está escrito y decidido
desde su nacimiento, surge una pregunta: ¿cuál es el propósito de la vida? ¿Qué
propósito tiene la vida si las experiencias y situaciones están predeterminadas
y no se puede hacer nada al respecto?
La vida se puede tomar como un viaje entre el nacimiento y su
término, entre ambos, está el viaje, el camino. Es muy sencillo, puesto que lo
importante es el viaje, no llegar al destino. Se cree que existiría un almacén
de deudas de nacimientos anteriores y que hay karma que debe agotarse en la
vida presente así como otro que se acumula en el proceso de esta misma vida
trasladándose a vidas futuras. Para mí todo el destino es solo aplicable (o
karma) si uno imagina que está separado de sí mismo. Dese cuenta de que lo que
usted es no puede nacer ni morir, y una
vez partido el temor todos los sufrimientos acaban. La fuente de la luz es
realmente sí mismo, en cuanto podamos acceder libremente a nuestro sí mismo,
veremos que esta luz está saliendo a la superficie para permear toda nuestra
existencia externa. El olvido y conocimiento de sí mismo es lo mismo, la
conciencia de las cosas y la inconsciencia de las cosas son dos aspectos de una
sola vida, ambos coexisten. Al conocer el mundo olvido el sí mismo, al conocer
el sí mismo olvido el mundo. R.Malak
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