Lo que soy, aunque es conciencia
pura, en su superficie es la forma centralizada de la conciencia universal. Así
como un anciano que, jugando con el compás del tiempo con sus dedos,
observa esperando respuesta, la sonrisa de siglos se mueve y la
comprensión es oscurecida por el mundo mental individual. Con mil ojos se busca
la luz que se despliega en el firmamento, saboreando el misterio
esencial.
La calidad de los conflictos varía en
función de la persona cuando aparecen las angustias, dudas y reveses. Si ante
la tensión se entrega a la invitación de abandonar sus hábitos, costumbres y
prácticas meritorias, los conflictos terminan. Sin embargo, si no lo hace,
se entrega al profundo estancamiento y abandona su mejor forma de vida; la
tensión y problemas insolubles pueden continuar en diferentes intensidades el
resto de la vida. Debe comprender que esto no es un principio o fenómeno que se
produzca sólo para los que siguen sendas espirituales; no guarda relación
directa con el tema de la espiritualidad o algo similar, sino que es más bien
un fenómeno natural, psicológico. Los que están en la senda lo explican como el
fenómeno de la noche oscura.
Otro principio mencionado en la tradición
espiritual habla de la fuerza de la vida, cuando ella está presente es cuando
hay vida consciente. Estos principios son compartidos por religiones,
filosofías y sistemas en general, las diferencias están en relación a la forma
más que al fondo, o en relación a sus nombres, o a ciertas pequeñeces
conceptuales que no tienen mucha importancia.
Cuando se comprende el funcionar de
conciencia se recibe la iluminación y todos los beneficios mencionados por la
Tradición de la no dualidad. Lo que se explica de ello es que al ser conciencia,
o mejor dicho, al Ser la conciencia pura, esto no implica que la poseas o que
puedas controlarla. La razón de ello es que la Realidad no se puede reconocer en
la existencia. La existencia es momentánea, está apegada al tiempo y al
espacio, mientras que la Realidad es inmutable y permanece.
Hay muchas referencias que señalar en
cuanto al tema espiritual, para algunos es solo un tema intelectual, para otros
es su vida misma. Las personas son muy diferentes física y mentalmente entre
ellas. No hay dos personas iguales, no hay dos personas que piensen exactamente
igual, y si una persona trata de adaptarse a la estructura de otra está
intentando cambiar una de las manifestaciones de su vida. Para unos la mente y
el cuerpo se mueven y cambian haciendo que otras mentes y cuerpos se muevan y
cambien; a eso se le llama hacer, acción. La plenitud que procura satisfacción
espiritual a una persona, y que puede hallarse en cierta clase de experiencia
religiosa o de contemplación filosófica, puede no ser aceptable para otra
persona.
El yo ilusorio, que solo tiene
conocimiento externo, ocasionalmente presagia tormenta en el campo de la
conciencia. El árbol eterno despliega su verde comprensión, de este modo se convierte
en la mente individual. Afuera, las nubes del conocimiento se arremolinan, la
realidad parece descender de la condición de conciencia pura y se esparce por
el viento como esperanzas de logro que tienen en la tierra el fundamento
imaginado.
Muchos recomiendan utilizar el poder
de la mente, que es consciencia funcionando, de una manera creativa. Esta
cuestión me parece más razonable que ver a la mente como un problema. Así es
posible entender su poder como expresión de la consciencia desplegando su
cualidad de ver los pares de opuestos con claridad. Se conoce a nivel intelectual
y a nivel emocional, y de ese modo la mente se transforma por sí misma transparentándose
para lo que es conciencia ilimitada.
En mi caso veo a la acción crear más
acción, como fuego que al arder no se detiene hasta que se termina el
combustible. Presencio, atemporal, lo que está aconteciendo. Veo que el ego es
la fuente del pensamiento, forma el mundo, le hace pensar que usted es la
persona cotidiana, pero realmente el ego no existe, de otro modo, admitiríamos
dos sí mismos. Si uno comienza a indagar, la ignorancia desaparece; la
ignorancia pertenece al ego, la ignorancia es el olvido de Sí mismo. Si se
conoce el Sí mismo no habrá ninguna oscuridad, ni miseria, es la mente la que
construye la perturbación. R.Malak
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