Aunque uno no quiera reconocerlo
se observa que en este continente de conciencia todo opera por medio de un
intercambio dinámico. Dar y recibir son aspectos diferentes del flujo de energía cooperativa, y si estamos
dispuestos a dar aquello que buscamos mantendremos la abundancia de la plenitud
circulando en nuestra vida. El que está en armonía con esto sabe que las normas
conductuales están relacionadas con los criterios
individuales o de grupos y no con hechos objetivos, es así
que lo que es bueno para
un grupo no lo es necesariamente para otros. Esto se debe comprender primero
intelectualmente, de allí vivenciarse y después viene la comprensión interna. Nada es estático. Nuestro cuerpo está
en intercambio dinámico y constante con todos los
cuerpos, nuestra mente mantiene una interacción dinámica con la conciencia, la energía que parece pertenecerme es una
expresión de la energía de la totalidad. El movimiento de la vida es fluido como una
corriente continua, y no es otra cosa que la interacción armoniosa de todos los
elementos y las fuerzas que estructuran el campo de la existencia.
La lógica, como la mayoría cree, no es siempre el
instrumento para observar la realidad en forma certera y auténtica, es probable que quien la usa pueda
vivir y progresar, pero no comprenderá lo que ocurre; el sentido de la vida viene, a veces, de mirar más
allá de la
razón,
mirar con el corazón y no con la premisa de costo - beneficio. Cuando se da la
experiencia externa de luz significa la transformación de los deseos que nos atan en
libertad emancipadora. La experiencia interna de la Luz es la transformación del caminar en la tierra. No
importa cuán fugaz sea tu sonrisa, tu sonrisa es el verdadero comienzo de tu luz
y sabiduría. Esta armoniosa interacción de los elementos y las fuerzas de la vida opera a través de la ley de dar. Puesto que
nuestro cuerpo, nuestra mente y el universo mantienen un constante y dinámico intercambio, frenar la
circulación de la energía es como frenar el flujo sanguíneo.
Por ello en el dar y recibir se
mantiene la riqueza, la abundancia, la prosperidad o cualquier cosa que
deseamos en la vida, circulando permanentemente. Es la oportunidad para ver el
lado práctico de las enseñanzas sin dejar de lado su
profundidad. Nosotros conocemos el mundo exterior de sensaciones y de acciones,
pero de nuestro mundo interior de pensamientos y sentimientos sabemos muy poco,
el propósito principal de la enseñanzas es
hacerse consciente y familiarizado con nuestra vida interior y su propósito último es alcanzar la fuente de la vida y de la conciencia, de ello se
deduce además la utilidad de la verdad, de la bondad, de la armonía, de la belleza, ellas son su
propia meta en sí misma.
En toda semilla está
la promesa de miles de
bosques. Pero la semilla no debe ser acaparada; ella debe dar su inteligencia
al suelo fértil. A través de la acción de dar, su energía invisible fluye para convertirse en una manifestación
material: Plenitud que se
expresa como yo soy Eso. R.Malak
No hay comentarios:
Publicar un comentario