Un día estar en el mundo parece
hermoso y al siguiente todo está complicado y en conflictos. Es obvio que el
mundo no ha cambiado tan rápido en 24 horas, es la estructura construida por la
mente la que logra esas variantes; las personas y su alrededor no cambian tan
violentamente, los cambios están en el modo como la mente construye la
observación de la vida.
Los objetos, las sensaciones, los
pensamientos, son concepciones mentales. La mente aparece después que se
reconoce el pensamiento yo, o el ego, más específicamente. Las diferentes
clasificaciones acerca de la identidad, como ego, mente, alma, yo funcional,
etc., son solo palabras para expresar el ropaje con el que la conciencia se ha
centralizado. La conciencia es lo único real y ella alimenta a los distintos reflejos
que se diferencian en el mundo de los fenómenos.
Es ocasión aquí reconocer que hemos
construido, o nos han construido, ciertas características que hacen que nuestro
ego, ocasionalmente, se exprese de modo negativo. No apunto al lado moral sino
más bien a lo que impide conocer, o mejor dicho reconocer, la Conciencia de
Ser. Estos modos negativos se pueden llamar: falsos juicios, vanidad, orgullo,
diferenciación exagerada, racismo etc. Nos aíslan de la expresión de la
conciencia e impiden que si mismo se auto revele. No existe diferencia entre la
no dualidad y la dualidad, ambas son expresiones de lo Real.
La dualidad está incluida en la No
dualidad, aparentan ser diferentes por el modo de usar la atención. Por ejemplo
si una persona vive la vida moviéndose en el tiempo espacio, atrapado en el
pasado o complicado con el futuro, bien podría revertir sus conflictos al vivir
desde el presente activo, que no es una experiencia sino una vivencia de la que
nadie puede adueñarse. Uno puede dar cuenta del ahora pero no certificarlo,
porque si lo acumula pasa a ser una experiencia y lo almacena en la
memoria, o sea, no hay nadie que pueda conocer el presente activo, solo vivir.
Vivir desde lo real es vivir desde aquí y ahora como el único modo real en que
se puede vivir.
Un paso fundamental para esta
compresión consiste en conocer la naturaleza de la mente. No se trata de separarme
del cuerpo o de la imagen que me he formado y de las cualidades y
potencialidades que he descubierto con mi mente. No somos libres para
dividirnos, por un lado Si mismo y por este otro lado el cuerpo, la mente y las
emociones, eso no es posible.
Vivir en el presente activo equivale
a prestar toda la atención al momento, reconocer las apetencias, las
debilidades, los conflictos, los apegos, las faltas de criterio, los puntos
fuertes y los puntos débiles, y solo desde allí, cuando hemos identificado lo
ajeno, es cuando aparece una inteligencia mucho mayor que la inteligencia que
hemos usado hasta ahora por medio de la mente. Esta aplicación aparece desde lo
cotidiano, no se requiere hacer nada especial o misterioso como meditación o
ejercicios esotéricos. Cuando vivimos el momento presente, no como un medio
para cumplir un fin, sino dejando de proyectar este momento presente a un futuro
y de apegarnos al pasado condicionante, allí se cumple eso: reconoces lo
que no eres y aparece lo que Eres, si mismo. R.Malak
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