jueves, 30 de octubre de 2014

Aunque lo ignores



Eres Sí mismo, puro e infinito, absoluto, sin tiempo, pura comprensión. Ignorarlo produce sufrimiento. Atrapado por la voz que resuena en ti, asumes que eres eso que no para de girar, que no deja de hablar, y lo hace de modo inconsciente, como producto de estructuras y programas recogidos. Al identificarte con la corriente de pensamientos permaneces en conflicto. El giro de pensamientos se detiene cuando eres consciente de los pensamientos que giran constantemente.

La principal función de la mente es construir Ego, por tanto, no es posible pretender que la misma mente que construyó el ego lo elimine; lo intentará, pero nunca lo llevará a cabo, a lo más, lo enmascarará de un modo distinto. Lo único adecuado para comprender ese proceso es sumergir el Ego en Sí mismo.

Los pensamientos y las emociones cambian en cada momento, ya sean días, semanas o años. Lo que siento o lo que pienso aparece en mí. La mayoría supone que estamos dentro del cuerpo como conciencia y que la conciencia es una función que surge del cerebro, un órgano del cuerpo, toda una mirada  que produce confusión y sufrimiento. Aceptar sin preocupaciones las circunstancias que vayan apareciendo nos libera de la estructura condicionante, nos libera de la ilusión que produce el modo equivocado de vivir como ente limitado y finito, separado y distinto de otros seres que poseen su propia identidad individual. La tendencia a estructurar las sensaciones, las emociones y los estados de ánimo, ignorando que todo cambia como las nubes en el cielo, hace que lo que ahora nos parece adecuado, luego se transforme en conflicto.

Eliminar la ilusión recibe distintos nombres según la ubicación geográfica o corriente espiritual que se observe, unos le llaman unirse a Dios, otros le dicen salvación, iluminación, Satori, realización o liberación. Lo que es tan simple y natural es envuelto en un velo de misterio, cuando basta observar sin juicio mientras la mente se ha cobijado en Sí mismo. R.Malak


jueves, 16 de octubre de 2014

Sueño en el sueño


“El tiempo se desgrana con sigilo y las sombras ya no son tan oscuras, manos abiertas desplazan al viento con signos de gloria y suave ternura. Ya sabes que la ilusión está allí como la noche que se desplaza,  y sin embargo, seguimos soñando en el sueño.”
Razonar no necesariamente es saber; razonar es una actividad de relación, de comparación entre un evento a conocer y otros existentes.
Muchos buscan acallar la mente en vez de disfrutar de sus procesos, buscan no pensar en vez de dejar que los pensamientos fluyan a través de uno, como si fuera un canal. Cuando lleguen pensamientos no los confrontes, no los rechaces pero tampoco los sigas. La mente tiene la particularidad de blindarse a sí misma en un círculo vicioso de egocentrismo satisfecho, que no deja que la identifiquen, o que sea conocido su modo de funcionar. De esa manera, se fortalece para cumplir su objetivo, que es proteger al instrumento de expresión, incluso a costa de su propia destrucción o sufrimiento.
Bien puedo afirmar que la raíz de nuestras angustias, miedos, incertidumbres, se encuentra en el sentimiento de identidad que nos separa, nos aprisiona, nos opone y nos enfrenta al mundo, al mismo tiempo que divide nuestra totalidad interior. Por eso se sugiere que se realice una profunda reflexión, una introspección sobre la naturaleza de nuestro sentimiento de identidad, de ser yo, y así provocar una transformación de las imágenes mentales ilusorias, que hacemos sobre nosotros mismos, y sobre la realidad. El conocimiento no te transforma, solo elimina la confusión. La felicidad no es sumada, sino que se muestra como tu verdadera naturaleza, mientras se abandona el sueño. R.Malak


lunes, 13 de octubre de 2014

Circularidad



No hay causa para que usted no sea feliz. Hay una tendencia programada a colocar limitaciones a nuestra verdadera naturaleza de Ser infinito, y esa cuestión lamentable nos convierte en criaturas finitas.
"El contacto con el césped comunica que el cambio se ha producido y el invierno plano ha terminado, se abren las flores ante los rayos de la mirada que se deleita, pues nada hay en este mundo aparte del veedor y lo visto".
Cuando la conciencia se centraliza en el mundo cotidiano, se destaca el aparente descenso de su estado integrado puro al estado de las diferencias mentales. En el giro de la mente hacia afuera la persona olvida su naturaleza real.
Que se entienda, no hay tal cosa como una forma infinita. Lo Real no tiene forma propia de sí mismo. Sí Mismo -o la realidad- ni crea, ni sostiene, ni destruye nada. Si observas los pensamientos, poco a poco van desapareciendo. Te conviertes en un observador al no identificarte con tu mente, al mantenerte aparentemente aparte. Al seguir observando, te darás cuenta de que la mente es como un cielo, muy circular, que se va moviendo permanentemente, muy repetitiva, casi maquinalmente. Pasan y pasan los pensamientos, a eso tienes que agregar también los sentimientos, que, al igual que los pensamientos, van y vienen. Pero lo que realmente somos es permanente y no impermanente. Lo permanente, debido a la atención, queda atrapado por la circularidad de pensamientos o sentimientos. En tu vida, practicar la senda significa crear tu propio camino. Lo que hoy en día llaman religión o doctrinas, son buenas palabras que sirven solo para confundirnos y sumergirnos en sueños más profundos. R.Malak