viernes, 8 de agosto de 2014

Murmullos

Pasos desconocidos se diluyen ante la presencia de lo real y el salvaje deseo, combinado con ternura, encadena el cuerpo y fortalece el antojo de llenarse de sensaciones.
Atrapado en la red de la complacencia, un murmullo de fuego surge de la sensación de logro, adosándose a la orilla de lo logrado o lo por obtener. Hablo sin palabras mientras mis labios se mueven, sin emplear el sentido común, que no es común, sino un sentido de la entrega que vive sólo en lo Esencial y para lo Esencial, marcando el camino correcto.


No necesitas la experiencia, más aún, puedes quedarte al margen de la experiencia, de ese modo, al hablar con un apuntador, este te enviará  a donde tú eres. El cuerpo está en ti, no estás atrapado en él. El cuerpo se presenta como sensaciones y percepciones sensoriales y con  atado de conceptualizaciones; es así como sabes que hay un cuerpo. Todas las formas son expresiones temporales. Lo esencial sin forma existe infinitamente, cuando esto se comprende ya no hay necesidad de construcciones personales. Lo real es siempre lo mismo sin tiempo, lo expresan todas las enseñanzas tradicionales. Tanto si abandonas los deseos como si no, esto a la consciencia no le afecta. 

Muchos entendidos hablan acerca de qué hacer con los pensamientos. Unos dicen que no se debe prestar atención a ellos, pues éstos nos llevarían hacia otros pensamientos, lo que no permitiría capturar la realidad. Otros dicen que lo primero que tenemos que hacer es estar tranquilos. Manifiestan que para mirar a la mente necesitamos saber dónde se encuentra la atención, o, dicho de otro modo, a qué le estamos presentando atención; esto parece razonable, ya que  para empezar una construcción se requiere planificación y cimientos adecuados, todo ello, apuntando al tema de la tranquilidad. 

Mi enfoque es que el yo es tanto el sujeto como el objeto de la vida. Buscar la pasividad en la meditación puede ser adecuado -sería como estar en un invernadero, con las plantas y las flores protegidas- solo que, ¿cómo puedes ver dos en lo que es Uno? Esa duda surge si sigues evitando hacerle frente a las exigencias constantes. 

Todo es sí mismo; no puede ser oído, ni olido, ni gustado; si mismo no puede ser visto, es la realidad. ¿Por qué te sientes complicado?  Ni el nacimiento, ni el principio, ni el fin, complican lo que eres. Nada te afecta ni le afecta a lo absoluto; eso eres. Al principio lo escucharás como un murmullo; luego, nada lo callará. R.Malak


lunes, 4 de agosto de 2014

No eres un cuerpo

Navego por la música y observo el viento que juega en las nubes. Sedas y pasto cubren praderas, la cordillera a lo lejos se muestra y el ambiente se cubre con su frescor. El río baja violento y golpea fuerte, dando forma a la roca, tallando con arena. La humedad se desliza por mi rostro, cubriendo de contento, mientras el frío se congela con el fuego que amenaza la primavera. Dentro del corazón hambriento de plenitud, siempre guardo el anhelo dulce, fervoroso y hermoso de la manifestación Esencial.



Cuando, como persona, perdemos la comprensión de nuestra naturaleza, es porque estamos atrapados en el mundo cotidiano. Es natural que siempre estemos buscando, consciente o inconscientemente, lo que creemos haber perdido. En las primeras etapas de aprendizaje, por carecer de atención, buscamos afuera lo que realmente está dentro de las capas más hondas de nuestro interior. Además buscamos por caminos errados lo que puede obtenerse solamente de un modo. Pero cuando hemos develado suficientemente, y hemos entendido adecuadamente la facultad espiritual del discernimiento, en esos momentos procedemos a seguir maneras justas y efectivas, y la senda del desenvolvimiento espiritual recobra finalmente el conocimiento de su real naturaleza. Sólo entonces termina esta larga y ardua búsqueda, y la persona queda en evidencia de que es Sí mismo, y, por tanto, ya no hay deseo de cosa alguna.

Eres el “uno”, aunque no lo comprendas, Sí mismo inmutable, idéntico en todos. El corazón del buscador, a la simple indicación de lo real e indescriptible, recoge los ojos con indiferencia hacia el mundo externo de la manifestación. 

Se nota que todo es indescriptible. Los antiguos textos lo mencionan de distintos modos. Eres eso que está a la vez dentro y fuera. Recibe el nombre de todos los dioses de todas partes. Si es así, ¿por qué estás tan confundido? Eres todo en todas partes, ¿de dónde nace el error?, ¿por qué corres de un lado a otro asustado por tu propia sombra? Transfórmate en un manojo de interés hacia lo real, cólmate en tu propio modo, abandona el mundo de la teoría, recoge lo práctico de la realidad. Eres ilimitado, toda luz penetrante. En ti no hay distinción entre el día y la noche. Eres Sí mismo, continuo Ser, uno en todos sin ninguna división. R.Malak


sábado, 2 de agosto de 2014

Suave y con gran ingenuidad

¡Oh!, visión extraña. Llegas a mí y entras con tu fresca emanación. El refugio del tiempo está cubierto y la mente no lo detecta, pero el corazón advierte un aroma que poda las precisiones. Llega con la bruma, la lluvia y el viento, va subiendo por las estructuras y barre los esquemas, sin dejar nada. ¿Quién sabrá de la delicadeza? Edificas armaduras, como pueblos que llenan los espacios tristes y no entendidos. La grandeza termina con el cristal, y la herencia de armonía y gracia se une a la brisa que penetra mi ser. Suavemente y con gran ingenuidad se eleva sobre la semilla que cubre los instantes, ardiendo, en vez de humedecer todos los espacios, llenando de ilusiones nuevas. ¿Qué encontraste en las arenas del olvido? Mis letras profundizan con afán, dejando abierta la huella, como una visión extraña  que amenaza dulcemente.


La persona común busca en el disfrute, y el estudioso posterga el gozo por un bien mayor. Aparentemente no se ve diferencia. Una fruta verde separada del árbol y guardada para que madure, pierde su sabor y su fragancia. La que queda en el árbol puede crecer hasta su pleno tamaño, color y dulzor. Unos tienen miedo de la vida y buscan la paz, mientras que otros son aventureros llenos ímpetu, dispuestos a explorar. Sea como sea, el conocimiento de lo real surge, y la persona se libra del miedo a la vida y a la muerte.

Todo lo que existe en este mundo de formas es solo el Sí mismo, lo demás es solo ilusión. Los elementos se combinan para componer este mundo, son fantasías que existen. Este universo es sólo mí mismo. No es ni dividido ni no dividido. Yo soy Sí mismo. Por mi naturaleza estoy impregnando todo, sin forma como el cielo sin nubes, inmaculado, Sí mismo de todo. Sin ninguna duda ese es quien yo soy. Soy inmutable, pura conciencia, sin forma.

Todos tenemos algún conocimiento de Ser. Negarlo sería negar la existencia misma. En un principio su naturaleza nos es desconocida, más adelante, con la práctica de observación sin juicio, la mente queda más traslucida, gradualmente se cae la obstrucción de la ignorancia y se empieza a revelar su propia naturaleza.  La disciplina rinde frutos cuando los pensamientos quedan diluidos por el conocimiento de testigo, pero aún quedan residuos. La idea de la dualidad como yo y testigo aún se mantiene, para que, por último, el conocedor y el conocido se diluyen en Sí mismo. R.Malak