“Las aves celestiales cantan y llenan
el espacio mientras disfrutamos de la vida plena, ya sea en este lugar o en
otro que no tiene tiempo, excepto el que se da con el amor intenso. No tengo
otra labor de dar gloria a la gloria, no siembro otra semilla ante el espacio
abierto de las estrellas, hubo y habrá miles y millones de entes, ellos beben
de las fuentes eternas. Todo momento tiene su hora, los amantes se juntan
también, resuenan los sones de su interior, tras un fondo profundo de
comprensión”
El libre albedrío o libre elección es
la creencia de aquellas doctrinas filosóficas y religiosas que sostienen
que las personas tienen la facultad de poder de elegir y tomar sus propias
decisiones. Para seguir con la reflexión del día de ayer, dos preguntas: ¿Nuestro
destino está fijado de antemano?, ¿somos dueños de nuestro destino? Si está
fijado de antemano implicaría que una vez que se produjeron causas luego
aparecieron las consecuencias, y la segunda apuntaría a si somos o no capaces
de tomar decisiones.
Algunas corrientes orientales
insinúan que como personas estamos expuestos a las decisiones de los dioses,
eso es definitivamente determinismo, y como la cuestión no está muy clara otros
se inclinan con una opción compartida, o sea, el ejercicio de la voluntad es
adecuado a los cánones establecidos, si usamos la inteligencia con criterio y
nos mantenemos alerta tendremos la opción de escoger, entregándonos un cierto
nivel de libertad.
La aparente libertad que se menciona
no es total, no se pueden hacer cosas fuera de las leyes naturales. Cada
persona viene con una mochila de posibilidades desde el nacimiento,
posibilidades que terminan si potencialmente no son expresadas. Los aspectos de
esta potencialidad se reducen a actos, de acuerdo con una voluntad en parte
consciente y en parte inconsciente que busca realizar. De ese modo podemos
decir que algunas personas vienen al mundo a cumplir ciertos fines o propósitos
determinados a sí mismo, siendo el nacimiento la oportunidad para cumplirse.
Ahora, la libertad real no está
descrita para las personas porque para ser libres de este espacio consciente
nuestro mirar debe estar desde lo real, dado que lo establecido en el pasado -
como ya escrito - decide por el futuro del personaje, y este está atrapado
entre lo que ha sucedido y lo que debe suceder, podemos llamarlo destino o
karma, pero no es libertad. Las personas no pueden haber nacido de otro modo
que como han nacido, ni han poseído otras posibilidades que las que les ha
entregado la herencia genética naturalmente por el nacimiento y no pueden
realizar ambiciones para las cuales no tiene los medios ni los modos de
ejecutarlas, o sea, solo responden a sus cualidades y potencialidades.
La mayoría de las posiciones que
conocemos son fragmentarias, lo recomendado sería entender la Conciencia y su
relación en este proceso, la Conciencia y su umbral de comprensión no se
manifiesta a través de nosotros, sino que somos Conciencia. El umbral de
comprensión de la conciencia es la que establece el precedente de si somos
víctimas o estamos condicionados y programados por las circunstancias, o nos
movemos como presenciadores de los movimientos de la conciencia como luz, o si
lo quieres, como legítimos hijos de la Luz, siendo Luz en conciencia y
comprensión. R.Malak.