“El tiempo se desgrana con sigilo
y las sombras ya no son tan oscuras, manos abiertas desplazan al viento con
signos de gloria y suave ternura. Ya sabes que la ilusión está allí como la
noche que se desplaza, y sin embargo,
seguimos soñando en el sueño.”
Razonar no necesariamente es
saber; razonar es una actividad de relación, de comparación entre un evento a
conocer y otros existentes.
Muchos buscan acallar la mente en
vez de disfrutar de sus procesos, buscan no pensar en vez de dejar que los
pensamientos fluyan a través de uno, como si fuera un canal. Cuando lleguen
pensamientos no los confrontes, no los rechaces pero tampoco los sigas. La
mente tiene la particularidad de blindarse a sí misma en un círculo vicioso de
egocentrismo satisfecho, que no deja que la identifiquen, o que sea conocido su
modo de funcionar. De esa manera, se fortalece para cumplir su objetivo, que es
proteger al instrumento de expresión, incluso a costa de su propia destrucción
o sufrimiento.
Bien puedo afirmar que la raíz de
nuestras angustias, miedos, incertidumbres, se encuentra en el sentimiento de
identidad que nos separa, nos aprisiona, nos opone y nos enfrenta al mundo, al
mismo tiempo que divide nuestra totalidad interior. Por eso se sugiere que se
realice una profunda reflexión, una introspección sobre la naturaleza de
nuestro sentimiento de identidad, de ser yo, y así provocar una transformación
de las imágenes mentales ilusorias, que hacemos sobre nosotros mismos, y sobre
la realidad. El conocimiento no te transforma, solo elimina la confusión. La
felicidad no es sumada, sino que se muestra como tu verdadera naturaleza, mientras
se abandona el sueño. R.Malak
No hay comentarios:
Publicar un comentario