“El ego es legión, luchando entre sí por el uso de mi atención,
múltiples tendencias de la mente que están sin paz de pensamientos y de
sentimientos. Abriendo paquetes de recuerdos e impulsos que dicen "yo
soy", tiendo a identificarme.
Me asomo libre si me percato del error, porque la fuente de conciencia
no puede ser un objeto. Conocer la fuente es ser la fuente.
Como presenciador puro soy inmutable, inagotable. En cambio, como
persona, se muestra un reflejo de contradictorias formas y hábitos atrapado en
el tiempoespacio. Aun así, cuando tengo hambre, como; cuando tengo sed, bebo.
El ánimo es sostenido.
Mientras la respiración se mantenga, el cuerpo vivirá, y cuando dé el
último suspiro, morirá el cuerpo. En cambio la vida no se detiene,
extendiéndose ante mí. ¿Qué podría ser más hermoso?". R.Malak
Sí mismo es tanto el mundo conocido
como lo no conocido. Lo no conocido da nacimiento a lo conocido, pero permanece
no conocido. La fuente de toda vida y de todo conocimiento es Sí mismo,
trascendente, inexplicable, indefinible, inentendible, indescriptible, todo paz
y todo dicha. Lo conocido es infinito, lo no conocido es multiplicidad de
infinitos.
No hay diferencia entre Si mismo y
la plenitud o felicidad. Lo esencial es perfección y paz, una misma cosa.
Plantear que la meta es buscar la perfección es un error. Cuanto más se
aproxima uno a Sí mismo, más certifica la felicidad. La naturaleza de la
verdad es la dicha.
Algunos creen que las personas
pueden realizarse, algo así como tener ya el cielo en las manos, con la
felicidad a su disposición, y que cada expresión que nazca de ellas será solo
luz y felicidad. Se cree que estas personas poseen dones especiales, que los
hacen diferentes a los demás. Lo cierto es que la realización y la compresión,
cuando sobreviene, presenta la certeza de que no hay nadie ni nada que se
iluminen. La realización es, ya está, no puede ser poseída, ni ganada como un
don. R.Malak
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