14 de Marzo 2014 - ¿Destino?
En muchas religiones se habla del
destino como resultado del karma. Mencionan que habría un movimiento de
compensación en el cual cada persona experimenta las consecuencias de sus
acciones; las buenas acciones aportarán buenos resultados y las malas acciones
resultarán inevitablemente en dificultades y conflictos con el agregado de
sufrimiento para el que las ejecuta. Se afirma incluso que las consecuencias
podrían ser experimentadas en la vida futura. Por tanto, según esta teoría
habría un almacén de deudas pendientes de nacimientos anteriores, o dicho de
otra manera, en la vida presente habría cierto karma que debe agotarse y otro que se acumula
trasladándose a vidas futuras. De acuerdo a mi comprensión todo el destino (o
karma) es solo aplicable si uno imagina que está separado de lo esencial. La mayoría de las personas no
saben qué es lo que son, se sienten unidades independientes ignorando que son
consciencia; a lo más creen que la consciencia es algo que les sucede, o una
cualidad que poseen.
Es cierto que la persona (mente –
cuerpo – emoción) construye un yo virtual ordenador de la acción que ha sido
programada y guardada en la memoria y es el que lleva a cabo la acción de
momento a momento. Las acciones se van ejecutando como un tren de datos,
haciendo que ellas generen consecuencias y sintiéndose la persona como el
poseedor de la acción. A este tren de datos y de acciones le llamamos destino.
Cuando damos cuenta de una enseñanza, esta puede clarificar el modo como
funciona la mente. Al saber lo más posible de lo indescriptible se puede reconocer
cómo bordear la plenitud, porque este saber da cuenta de que somos Ser o lo
Absoluto.
Cuando el accionar se ejecuta sin que
haya participación del yo virtual sentimos que la acción es correcta y está de
acuerdo al movimiento de la vida, en vez de reconocerse como karma se le llama
dharma, o sea, el movimiento carece de yo como dueño del accionar.
Existen muchísimas palabras para
expresar la comprensión de lo Real, unas más precisas y otras muy confusas, una
de ellas es la Felicidad, otra es Iluminación de la conciencia, Despertar
interno, Samadhi (recogimiento en que la persona siente que alcanza la unidad
con Si mismo), o a través del Satori, o por medio de la Beatitud, o del
éxtasis, o por medio de técnicas expresadas por las corrientes Taoístas,
o por medio de una “conciencia acrecentada” que daría cuenta de una
persona espiritual. Diferentes corrientes, diferentes métodos, diferentes
tradiciones para expresar lo mismo.
Sí mismo toca a la materia y resulta
la conciencia, impregnada de memoria y de expectativa, aparece el karma o
dharma. La experiencia como vivencia no complica, la experiencia teñida de
deseo y temor exige equilibrio. De esta manera estos sufrimientos los construye
la persona y está dentro de la persona ponerles un fin. Lo Divino expone a la
persona, poniéndola frente a los resultados de sus acciones y pidiendo que el
equilibrio sea restaurado. El karma, o accionar egoico, es la ley que trabaja
por la rectitud hacia el dharma, acción en plenitud. R.Malak
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