Queremos bienestar y sabemos que para
conseguirlo, entre otras cosas, hay que alimentarse. Deseamos bienestar físico,
emocional o espiritual.
En relación al bienestar físico hay
investigaciones sobre las dietas más coherentes y recomendables, planteando el
tipo de alimentación que cuadra mejor para la salud, sin embargo, en general,
no tenemos por qué convertirnos en imitadores exactos de esta o aquella posición
que algún sistema privilegie.
Como presenciador no me ajusto al
nombre o a la forma, pues como reflejo de la luz que muestra la claridad y la
expresión de ser lo real, el silencio de la mente es necesario. Exagerar la adherencia
a una propuesta en la que se da la razón a la mayoría o a los expertos es un
error, siempre habrá otros expertos que puedan enseñar posiciones convenientes.
Sin embargo lo fundamental no es algo que se pueda enseñar. Lo más importante
ocurrirá sólo cuando no estés ahí como ego, y si estás haciendo algo tendrás
que estar ahí. Por ejemplo el sueño llega cuando no estás, del mismo modo la
iluminación llega cuando no estás ahí. Comprende que cuando estás haciendo
algo estarás ahí, la acción forma el ego, así que cuando no estás haciendo algo
el ego no puede alimentarse, simplemente desaparece, se muere, no está ahí, y
cuando el ego desaparece se presenta la luz, o mejor dicho, conoces cómo, dónde
y cuándo se muestra a sí mismo.
Observemos que en relación al tema de
lo físico no hay dos personas que estén en completo acuerdo, ni aún con respecto
a vestidos o alimentos, porque tenemos nuestras propias ideas, deseos y
esperanzas individuales. Es en el momento en el que estamos identificados
cuando aparece el sufrimiento, y si la identificación es más profunda mayor es
el sufrimiento. La identificación con las ideas nace cuando no somos capaces de
identificarnos con nuestra auténtica naturaleza; asumir que somos
exclusivamente el cuerpo, nuestra energía física o nuestra capacidad de
elaborar pensamientos coherentes, implica quedar atrapados en la dualidad y en
lo inestable de los deseos, pensamientos y emociones.
De todas las cualidades que podemos
apreciar la luz es la menos buscada, las personas buscan alegría, poder, etc.,
pero luz no está en sus planes. Creen que la luz elimina la ignorancia de
manera que ya no se tendrán excusas para exponer las imperfecciones y las
limitaciones, pero esa interpretación es un error. La luz eleva y da la
plenitud a la conciencia centralizada. R.Malak.
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