lunes, 17 de febrero de 2014

17 de Febrero 2014


La conciencia no es un pan recién horneado, carece de objetos aunque contiene todo, es puro amor en si mismo, y se despliega con el conocimiento de yo soy. En cambio, la identidad se muestra en la conciencia alimentándose de la propia manifestación de existir. El ego, enredado en épocas pasadas, mezcla todo de color antiguo, vistiéndose de distintos trajes en la misma persona, y con ojos enturbiados puede ver los mismos días estructurados por la memoria.

Todo, absolutamente todo, aparece en la conciencia. Enredados en la manifestación, amamos el cuerpo, el existir, quedando la mayoría liados en el tiempo. Los sistemas, estilos y mecanismos, continuarán tramando sus enredos, como poderosas montañas, proceso normal de la construcción del ego. Lo confuso es que todo lo que se ve es ilusión pero se sostiene en la conciencia. Si se mantiene la precisión en la observación, se irán poco a poco los apegos inestables. El esfuerzo por despertar a su naturaleza real se muestra para algunos como el primer deber, la realidad es intangible real consumiendo la tendencia equivocada de validar solo lo que provoca apego. R.Malak



No hay comentarios: