domingo, 8 de diciembre de 2013

Sincronización de la vida o el aparente regreso a casa.



Muchos están de acuerdo en que la comprensión espiritual no puede transmitirse por medio de la enseñanza, que solo bastaría interiorizarla, experimentarla y hacer de ello una forma de vida, y muchos más estarán de acuerdo en que no se aprende sino que se recuerda, dado que, en esencia, se trata de recuperar o, mejor dicho, traer de nuevo a la comprensión, la más alta manifestación de la divinidad que somos. La experiencia es inefable, no verbal, y no puede ser comunicada o enseñada, sino vivida y experimentada.

Parados ante el mundo podemos notar tres aspectos: primero un pensador, receptor o perceptor, segundo los fenómenos percibidos y tercero un continente ahíto de espacios y contenidos.
Generalmente tendemos a dividirnos entre el Ser superior y el Ser inferior; aquí tengo que ser enfático y puntualizar que estos solo son distintos estados de la mente, y añadiré, para mayor comprensión, que son cualidades de la consciencia de Ser.

El error interpretativo se muestra por la presencia del velo, o confusión, que se ha sobrepuesto impidiendo que uno pueda ver lo Real. Este velo (o ilusión) que impide entender es impuesto por los mecanismos de defensa del individuo o persona, y la ilusión de lo cotidiano, de ese modo nos acostumbramos a lo habitual, queremos que nada cambie, que sea para siempre, que sea en forma permanente, que perdure, deseamos algo constante y continuo. Sin embargo, lo que percibimos siempre es cambiante, al no reconocerlo se da inicio al sufrimiento.

La inteligencia que emana de Si mismo es obnubilada por el sesgo de la construcción estructurada. La inteligencia es la autoconciencia, que, como instrumento, se despliega a través de los centros mente – cuerpo - emoción, diversificándose para que la funcionalidad de la conciencia centralizada pueda reflejar a la persona y detectar su fugaz resplandor de realidad.

Un modo excelente para despertar es a través de la atención, actividad auto-luminosa que sabe por sí misma y es auto-indagable, no se puede colocar la atención como objeto de observación. La atención se sitúa de manera espontánea sobre los eventos externos. De ese modo podemos situar la atención sobre los ojos, sobre lo que se está pensando, sobre la respiración, e iluminar al observador; situarse en primera persona, no en yo… sino en mí, en una observación sin juicio. De esa manera, En mi o en Soy, emerge esa corriente intermitente en sincronización, como un ajuste temporal de los eventos que se colocan en fila, como un orden predefinido para ser comprendido. R.Malak


viernes, 6 de diciembre de 2013

Conciencia de Ser - No Dualidad - R.Malak y Maria Luisa



Charla de R.Malak y Maria Luisa en el centro Tentación Natural en Santiago de Chile, el 24 de Noviembre de 2013, sobre las bases de la no dualidad como una introducción a la investigación sobre la Conciencia de Ser.