lunes, 7 de noviembre de 2011

Meditación



Se propone la meditación, en un inicio, como un modo que apunta a reconocer primero la realidad de lo que somos y lo que es el mundo, para entonces recogerse y disponerse a escuchar o tomar conciencia de lo Divino, lo esencial. (Resplandor No-dual 3.3)

Se puede decir que la meditación es la comprensión de sí mismo, es despertar y escuchar a lo Divino pasivamente y en recogimiento. Allí pedimos a lo sagrado con recogimiento, y si no nos da, sabremos que es lo mejor, que aún nos falta preparación. La comunicación está abierta en un umbral que no es posible imaginar ni especularse, el yo comienza a cesar y quedamos atentos a escuchar. (Resplandor No-dual 3.1)

Al producirse la apertura del umbral, fluyen destellos de ideas inspiradoras y aparecen sugerencias con soluciones a problemas que la racionalidad no había podido resolver. Se acepta que la meditación es un cambio del campo de la percepción, un medio para pasar de un nivel de conciencia centralizada y cotidiana a otro, al nivel de la conciencia esencial. (Resplandor No-dual 3.5)

Liberación y Realización





Es un error pretender alcanzar Eso. Nosotros somos siempre libres y ya está la realización. La realización de sí mismo es conocer o vivenciar lo Divino. Para que haya mente, es necesario que haya conciencia. En algún momento de la vida nos convertimos en fuego que nos consume tras la búsqueda. Luego aparece el encuentro entre el discípulo y el maestro. Puede que este encuentro sólo sea de un momento pero ese momento es la eternidad. Este maestro no es necesariamente físico, es la misma esencia divina que nos ha invadido provocando que sobrevenga un anhelo que solo será satisfecho por lo indescriptible. La comprensión es repentina y sin embargo la liberación es gradual. Liberarse de la esclavitud del concepto de ego es un anhelo. Al momento que nos empezamos a alejar del ego y a pretender liberarnos, más fuerte se vuelve la obsesión hacia él. Se requiere saber que no hay una existencia independiente, tan solo una aparente expresión independiente y que ésta es el yo soy. (Resplandor No-dual 1.22)

No hay realización del yo individual para cada persona, eso sería fortalecimiento del ego. Cuando se habla de realización es ir más allá de la mente. Para el que está en realización solo el sí mismo es la Realidad, todos los movimientos dentro de lo fenoménico no le afectan. No se siente hacedor, sus acciones no son voluntarias, es un presenciador de ellas, desapegado.
El ego, a través de los pensamientos, estructura la comprensión del mundo fenoménico. Para la mayoría su divinidad se encuentra encubierta, oculta, están sumergidos en los procesos del ego. (Resplandor No-dual 23.5)

Observación sin juicio




La observación sin juicio provoca el silencio de la mente y la liberación de la ignorancia de si mismo. No es que haya algo que buscar o que haya nada que buscar porque ambas cosas no tienen sentido. Observación sin juicio es un instante sin tiempo, no es algo que se experimente. Es colocarse en la fuente misma, fuera del lenguaje, por ello la mente se silencia. Cuando la observación se desglosa en observador y objeto observado, parece que se rompe la unidad. Todo lo observado o percibido está formado en la conciencia, es un objeto, una construcción formada por la mente. La realidad la hemos fragmentado en dos y no podemos sentir la belleza y la armonía de la unidad, se nos escapó, por tanto la observación sin juicio no da espacio al observador ni a lo observado. Si aceptamos un concepto nos detenemos allí, atrapados en el lenguaje. Aquí, en la observación sin juicio, no se hace nada y todas las incógnitas se resuelven. (Resplandor No-dual 1.15)

La observación sin juicio, como saber, es sin conocedor. El conocedor surge posteriormente cuando hay apropiación del conocimiento por parte del ego, es decir, cuando aparece la razón y la estructuración. La observación sin juicio muestra una forma de saber del mundo y queda velada en el instante en que el ego renace y nos recordamos conociendo y comparando. (Resplandor No-dual 1.18)

Pensar




Pretender que con los pensamientos se puede explicar la vida es un error. Ellos sólo son productos acumulados en la memoria. La mente, con sus procesos principales, transforma las sensaciones en conceptos, representando la situación actual por medio de imágenes virtuales. De ese modo se elige una regla de actuación y se responde de acuerdo a ella, se fijan pautas y conductas construyendo una explicación de la realidad. La mente asume cualquier cosa como auténtica y verdadera. En la observación sin juicio el movimiento en el tiempo se detendrá porque la mente se detendrá. No está el tiempo. Estamos en un eterno ahora, el aquí y el ahora que no tienen ni ubicación en el espacio ni duración en el tiempo, es la realidad. El allí y el después quedan sólo como aspectos de la mente, no de la realidad. La observación sin juicio no termina con la mente. La mente queda en stand-bye, sucediendo así que la conciencia conozca directamente la realidad sin la interferencia del movimiento mental. (Resplandor No-dual 1.8)

viernes, 4 de noviembre de 2011

Presente activo




Cuando pensamos traemos el pasado al presente, pero en la observación sin juicio no existe el pasado, sino solamente el aquí y ahora. No hacemos nada, ¡tan sólo somos! Estamos  aquí, en el presente, en el ahora. La observación sin juicio es presente activo, no pertenece al pasado. El lenguaje no es original, los conceptos no son originales. El pensar es siempre del pasado. Técnicamente el pensar no es un recuerdo o una reflexión de ideas de la memoria, es una ideación. Los pensamientos de todos son prestados, a uno se le enseña a pensar, a enjuiciar. Digo que veo algo y lo clasifico. Por ejemplo, escucho una canción, la aprecio, me desagrada o me es indiferente.
(Resplandor No-dual 1.4)

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Sufrimiento




Con la observación sin juicio me libero de las ilusiones. La mayoría de las personas están vueltas a la periferia en constante reflexión y redefinición. Los criterios con que se orienta la vida se convierten en un cúmulo de desilusiones que pasan a ser el factor que los lleva al problema de la falta de sentido existencial. Ni la cultura ni la educación, y menos aún la sociedad, otorgan explicaciones a este respecto y tampoco dan una pauta confiable a la cual seguir. Esto provoca ansiedad en las personas que a su vez va aumentando la presión en la sociedad. En resumen, impulsa crisis y falta de sentido en la vida, lo cual limita la capacidad para realizar proyectos de vida constructivos, acarreando a individuos tristes expuestos como hojas al viento.
(Resplandor No-dual 2.1)